Como la estética de Burton era demasiado oscura para decorar las cajitas de los Happy Meal de McDonalds, la Warner Bros se decidió por Joel Schumacher para que buscara una imágen más colorida y amable, tipo la serie de Adam West. Eso sí, a Burton le dejaron quedarse con parte de la pasta (Batman Forever fue bastante bien en taquilla) y ejercer de productor.
Michael Keaton no estaba contengo con el guion de la película de Schumacher, demasiado ligero en comparación con el trabajo de Burton, así que abandonó el papel.